Palos de Ciego



Comunicado 56 ( 15 - 19 )




Ya va camino de tres años que se dictara la sentencia “clausula suelo” por la cual Cajamar tuvo que dar un importante paso atrás en el balance al verse obligada a rebajar, a partir del 9/5/13, los tipos de interés de miles de hipotecas. Esto provocó un grave menoscabo para la cuenta de resultados.






Como primera medida, la actual Dirección de la Entidad (que ya lo era entonces y sigue ahora ¿por los siglos de los siglos amén?) decidió cambiar nuestra histórica política de “comisiones-cero” al objeto de minimizar en lo posible la caída de ingresos. Desde esa fecha el crecimiento de comisiones ha sido exponencial y no solo por los importes sino también por los servicios afectados. Podríamos entrar a debatir la “oportunidad” o “justicia” de algunas o todas las comisiones, pero no ha lugar. Seguramente es lo que toca. Aunque no es de recibo que cada 15 días lo que es arriba, sea abajo; lo blanco, negro, prueba irrefutable de la incapacidad de quienes dicen dirigirnos improvisando de lunes a lunes.


Desde entonces, la red de oficinas ha sido doblemente “sufridora” del “volantazo”  en materia de comisiones por:


- Clientes que nos vienen exigiendo y reclamando, en muchos casos hemos tenido que verlos marchar a otras entidades pero también hemos tenido que soportar los malos modos, el desprecio, el trato vejatorio y hasta el insulto de quienes nos hacen responsables directos de todas las comisiones cargadas al ser “la cara” de la Entidad. Ni una ni dos veces hemos tenido que mordernos  la lengua para no responderles lo que “nos pedía el cuerpo”. Pero somos profesionales y nuestra obligación es poner buena cara e intentar convencer a los clientes, ¿no?.


- Nuestros ¿estimados? guardias pretorianos que haciendo oídos sordos a esta realidad sufrida en oficinas, siguen apretando y apretando desde sus castillos lejanos a la realidad. Según nos dicen, en las comisiones “van nuestros sueldos”, pero parece ser que olvidan que los suyos también. Tenemos que cobrar comisiones dicen, pero sin perder clientes. Retrocedemos muchas comisiones, dicen, debemos cobrar más comisiones, dicen, pero sin perder clientes. Para evitar retrocesiones y pérdidas de clientes, tenemos que pactar tarifas, dicen. 





Vamos a ver que no entienden, si fundimos a comisiones a los clientes, lo más normal es que se vayan. Y lo peor no es el cliente que se queja, si no el que no se queja, pero que se lleva todas sus cuentas sin avisar. Aún así durante meses y años hemos hecho el trabajo, intentando compaginar la necesidad de cobrar comisiones con evitar la fuga de clientes.





Ha sido la pescadilla que se muerde la cola. Si cobramos todas las comisiones que pretende la actual Dirección, se van muchos clientes con lo que supone para la cuenta de resultados. La actual Dirección no quiere que se vayan los clientes, pero a su vez, no quiere tarificaciones a cero ni retrocesiones. Esto se llama tirar la piedra y esconder la mano. La actual Dirección quiere hacernos responsables a las oficinas de todo. Si no se cobra, culpa de las oficinas; si se retrocede, culpa de las oficinas; si se tarifica a cero, culpa de las oficinas; si se van los clientes, culpa de las oficinas. 


¡¡¡Hartos no, lo siguiente¡¡¡.



Pero como las desgracias no vienen solas, a algunas “lumbreras” se les ocurrió casi también por entonces, que la fusión Cajamar-Ruralcaja podía y debía hacerse “a pulmón”. “Más listos que nadie”, no pidieron ayuda al FROB. La “pasada de frenada” nos ha costado la friolera de casi 1.000.000.000 de euros de las Reservas. La cuenta de resultados se quedó tiritando básicamente porque “los de siempre” no querían acudir al FROB para evitar que los sentaran en el Consejo a algún consejero externo que les diga que hacer o no hacer en lo que ellos parecen creer su cortijo particular. El resto de sus explicaciones, pura palabrería. Así que si tras la “clausula suelo” las cuentas iban de capa caída, con el “pelotazo”  las Reservas, nos quedamos bajo mínimos.





Héte aquí que a las mismas “lumbreras” se le ocurrió no una, sino dos veces hasta la fecha, que si se recortaban de lo más fácil, el gasto de personal, todo cuadraría. Nos congelaron los planes de pensiones, los sueldos, adiós a los incentivos y a la paga de beneficios, y no contentos con ello, dos ERE en tres años que afectaron, ¡¡¡vaya casualidad¡¡¡ principalmente a las oficinas, que son las que tienen que atender a los clientes. Ni un solo presidente, consejero, director general, director de área, director territorial, director de negocio o director de zona fue trasquilado por los recortes, ¡¡faltaría más, ¿no?¡¡,  solo trabajadores de base fueron los reos de la incompetencia de los “de siempre”. Felizmente para ellos, siempre tendrán a otra sección sindical que les pone en bandeja cuantos ERE sean menester y rebajas salvajes en el convenio colectivo.





Al barco que ya de por sí navegaba a la deriva, los pretorianos decidieron quitarle remos pensando que navegaría a vela. Tras varios años de recortes salariales, cierres de oficina, movilidad forzada, dos ERE, parece que se estabilizaba la situación…¿se estabiliza?.


Pues parece que no. Con fecha 9 de marzo se ha publicado una circular por la cual, cada oficina va a tener que solventar una acción sgo para re-tarificar lo ya tarificado. Dicen que han seleccionado los clientes según la LCV, que es algo así como la Biblia, una cuestión de fe. Esto es, todo el trabajo de años, a la basura, para empezar de nuevo, pero claro, a ellos que les importa, mandan un circular y tranquilamente se van a leer el Marca o el As al bar más cercano, cargando con el “muerto” a las oficinas.


Primera duda ¿a qué se debe este nuevo “volantazo”? ¿Que motiva el enésimo cambio en la estrategia? ¿que hay detrás de todo esto?...porque seguro que nada bueno es.





De golpe y porrazo, como parece ser que no hay nada que hacer, le cae a cada oficina una media de 100 acciones para revisar las tarificaciones. Se nos da un plazo de un mes, eso sí, con la semana santa, fallas, feria de abril y/o las fiestas de primavera por medio, entre otras, “para ir sobrados de tiempo”.


El perfil de los “re-tarificables” mayormente son jóvenes a los que no se les puede vincular más, por que poco o nada más tienen al comienzo de su vida laboral, y, pensionistas que poco o más pueden pagar, con pensiones ínfimas y muchos años encima. Esto es, queremos cobrar comisiones a los dos colectivos más indefensos, jóvenes y ancianos. Unos el futuro, otros, los que ya lo han dado todo. Si, puede parecer demagogia, pero invitamos a la guardia pretoriana a que se desaten sus corbatas de seda, dejen sus tabletas en el cajón, abran un terminal en una oficina y durante una semana, prediquen con el ejemplo cerrando 10 clientes, no pedimos mucho. ¿Es necesario esta vuelta de tuerca?.





Repetimos, por el humo se sabe dónde está el fuego. La pésima gestión de nuestra actual Dirección nos lleva a tener que “fusilar” con comisiones todo lo que se mueva porque está claro que el Balance no está estabilizado. Otra gestión comercial es posible. Por si no lo saben, por cada operación de 10.000 euros que se conceda, con una comisión de, digamos, el 1,50%, cobramos 150 € de una tacada, pero claro, para sacar adelante en 2016 el activo te tienes que encomendar a San Escorín, para que tengas la suerte de que la operación caiga en atribuciones de la oficina, porque en el momento que entra en danza el gesope, dile adiós a la agilidad y ármate de paciencia.





No somos competitivos en tarifas. No damos activo. Nos hemos embarcado en una política de préstamos de consumo con Cetelem que parece ser que nos pide exclusividad (y decimos parece ser, porque hecha la pregunta a un Director de Zona, a 5 días de la puesta en marcha para toda la Entidad, dice que no tiene ni idea, que “sé lo mismo que tu oíste en la charla del lunes”) que puede “echar” por tarifas a colectivos tan importantes como profesionales liberales, funcionarios, directivos de empresas y nóminas de alto nivel. Del pasivo, ni hablamos. Queremos vender fondos, pero sin formación ni tradición y sobre todo, con una tipología de clientes muy reacia al producto en sí. Castigamos de forma sistemática a los clientes con todo tipo de seguros que no les hacen falta, que antes o después, se nos volverá en contra cuando no nos necesiten. ¿Y cuando todo esto llegue a su cénit que pretendéis hacer desde el Consejo, más recortes salariales, mas cierres de oficinas, mas ERE?.





No tenéis idea de lo que os traéis entre mano…¡¡¡Y lo sabeis¡¡¡. Dadnos a la Plantilla una esperanza y dimitid, dejad la dirección de la Entidad a gente competente, que sepa dirigir y que hable con claridad y dejemos de dar palos de ciego.





Hasta entonces, recuerda….




Si No te Pagan por lo que Trabajas,
Trabaja por lo Que te Pagan



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