Declaración de Guerra

Comunicado 123 ( 15 - 19 )




De los afamados publicistas de “¿Quién se ha comido mi queso?” y de la histriónica “Coge el dinero y corre”, llega por nuestras valijas “Cómo sobrevivir a la tormenta perfecta”.





El escribano, tras un público peloteo a las más altas instancias de la Entidad, desgrana en su relato una monótona (por repetitiva) enumeración de los motivos que han originado la crisis del sector financiero para, a continuación, verter una catarata de tópicas citas literarias abusando del corta-y-pega y de manidas fábulas a la caza de su moraleja laboral interesada, destinadas al aleccionamiento y alienamiento de los “curritos”.








A nadie se le puede escapar que cuenta con el beneplácito cuando no el encargo y la financiación de la actual Dirección (si no, no lo distribuirían por valija ni dejarían que sus nombres aparecieran en los agradecimientos). Destila tufo a “Manual del Gerifalte” ya lo veamos como profecía, advertencia o amenaza. El mensaje queda claro: quien no se “adapte” a la nueva forma de trabajar “no sobrevivirá a la tormenta perfecta”.  Dejemos que la propia redacción literal del amanuense nos transmita alguna de sus “perlas” sobre el futuro de nuestro sector …





+ (…) se han perdido más de 80.000 empleos en banca y se han cerrado casi la mitad de las oficinas bancarias del país; y esto lejos de parar sigue su marcha ascendente.



+ (…) hemos pasado de (..) un empleado privilegiado, con un buen sueldo, una seguridad y (..) un reconocimiento social (..) a ser una profesión “devaluada” (..) con sueldos bajos, contratos temporales, dedicación exclusiva, presión comercial y desprestigio social.



+ A las personas se les siguen llamando recursos humanos. Las personas son personas per se, son un fin en si mismo, no un recurso más de la entidad financiera.



+ La llamada digitalización (..) supone un agravamiento de la situación desde el punto de vista de la pérdida del empleo, por la lógica automatización de los procesos, la menor presencia de los clientes en las sucursales y, en consecuencia, la menor necesidad de personal en labores meramente administrativas.



+ La reputación del sector, hoy por los suelos (..) los escándalos que día sí, día también, aparecen en prensa sobre los sueldos escandalosos de los directivos, las tarjetas black y los planes de pensiones millonarios



+ No hay horas extraordinarias, simplemente dedicación exclusiva.



+ Una disminución de personal será inevitable, las contrataciones serán a tiempo parcial y se fomentará la creación de profesionales libres que trabajen de manera autónoma para el banco.



+ Como será el empleado de banca del futuro (..) ir acostumbrando a una remuneración variable, (..) poca estabilidad laboral y (..) con dedicación exclusiva y absorbente.



+ La banca seguirá el cierre de sucursales que conllevará la pérdida de empleado en el sector con posibles fusiones entre entidades que vendrán a agravar la situación (..) lo que producirá separaciones del entorno familiar y social del empleado (..) esto dificulta la conciliación familiar y (..) empobrecimiento de su calidad de vida.






Este panfleto es una “biblia” para gerifaltes, seguramente a instancias de los gerifaltes, para consumo de los gerifaltes. Olvida tanto las necesidades y derechos de la Plantilla como las obligaciones de las Direcciones a las cuales parece seguir dando “barra libre” para hacer y deshacer a su antojo. Tras los múltiples movimientos de los últimos años lo que anteriormente era presumible ahora se convierte en una triste realidad. Y el que diga lo contrario, se engaña a si mismo.






Este es el itinerario que pretende recorrer la actual Dirección hacia la brutal reconversión a costa de triturar nuestros derechos. Cierre de oficinas, más pérdida de empleo, alargamiento gratuito de la jornada, precariedad laboral, menor retribución fija y mayor retribución variable, ataque frontal a la conciliación de la vida laboral y familiar, más externalizaciones. Todo ello sin mencionar que cuando menos resulta cínico rasgarse las vestiduras por “los escándalos que día sí, día también, aparecen en prensa sobre los sueldos escandalosos de los directivos, las tarjetas black y los planes de pensiones millonarios” cuando sin salir de casa hay mucho que “callar”, y, vergonzosa es la doblez de decir que los trabajadores no son “un recurso más de la entidad financiera”, cuando somos tratados como meros números vinculados a ratios, ranking y rentabilidades.






Dicen los compañeros de la otra sección sindical que no es lo mismo “predicar que dar trigo”. Totalmente de acuerdo. Asumimos nuestro rol de “predicadores”. Nos mantendremos en la denuncia continuada de los vergonzantes manejos de la actual Dirección en su camino sin retorno hacia el travestismo de la Caja tal cual la hemos conocido hacia una empresa que no sabemos dónde va. Hemos pasado de ser una entidad que quería hacer muchas cosas a pretender ser muchas cosas. Y eso no es posible.






La actual Dirección, vía su brazo armado RRHH, solo quiere que los representantes de los trabajadores aceptemos de forma sistemática todos sus saldos y rebajas. Y si, es ahí, donde la otra sección sindical “da trigo” (posicionamiento que respetamos pero que no compartimos) porque tras cada firma y acuerdo de la otra sección sindical, en muchos casos, se da un nuevo paso atrás en los derechos de los trabajadores “dando nuestro trigo” a la Entidad.










Este folletín supone una declaración de guerra de la actual Dirección. Por nuestra parte, seguiremos levantando la voz, sacando la pancarta, expresando la protesta y presentando la denuncia para luchar por evitar que sean los trabajadores, los curritos, los que no sobrevivan a la tormenta perfecta desencadenada  precisamente por una Dirección culpable de la mala gestión que nos aboca a acuerdos desiguales y perdedores con Generali, Cetelem, Trea, Laformata, etc., los cuales aportan millones de euros para ir tapando los “agujeros negros” de la mala gestión de la actual Dirección a costa de ir vendiendo a trozos décadas de compromiso y dedicación de la Plantilla.





Así que tú decides,