El Mal Cirujano

Comunicado 24 ( 15 - 19 )

En próximos días se va a llevar a cabo el cierre de otra oficina, 359 Santiago y Zaraiche, que se suma a la recientemente cerrada 362-Molina-C/ San Juan.

Además, 410-La Manga-Beach y 411-La Alcayna se convierten en ventanillas. Ni son las primeras y, por desgracia, no serán las últimas.

¿Sabías que Cajamar ha cerrado ¡510! oficinas de las que ha abierto? ¿Sabías que Cajamar ha cerrado ya 57 oficinas en la Región de Murcia? Demoledor. Estos datos se pueden comprobar en la consulta de oficinas cerradas que hay en la intranet.

En estos últimos cierres/ventanillas el motivo, sin ambages, expresado por RRHH es “la necesidad de mejorar la eficiencia (que) nos obliga a la reestructuración de nuestra red en Murcia integrando dos de las oficinas con que contamos en la plaza, que distan solamente unos 750 metros y lo hacen en un local que cuenta con los medios necesarios para atender perfectamente a todos los socios y clientes de ambas”.

La actual Dirección puede intentar justificar todos y cada uno de los 57 cierres. Que si la oficina no era rentable, que si había demasiadas oficinas en la misma plaza, que si no había suficiente negocio para continuar con el crecimiento o que si los ratios no eran los adecuados. Motivos los hay de todos los colores.

Se les olvida reconocer que, por ejemplo, una de las oficinas que se va a cerrar tiene un Margen de Explotación en el año superior al de la oficina integradora. Con una consecución de objetivos hasta la fecha de 87 puntos. Y que la oficina receptora no está preparada para ubicar a dos nuevos trabajadores, so pena de convertir la sucursal en una nueva lata de sardinas en la cual van a estar apelotonados los compañeros y dudamos mucho que ello conlleve una mejora en el servicio.

No ha sido el primer caso de oficina cerrada mientras aportaba beneficios. ¿Qué cirujano amputa los miembros que funcionan bien? No tiene sentido que oficinas en rentabilidad se estén cerrando sin más porque, salvo excepciones, no es la solución. Y está claro que no existían 57 excepciones en nuestra Región.

En cuanto a convertir oficinas en ventanillas, es una burda excusa para eliminar, al menos, el sueldo del director/a de la sucursal, dado que las cargas del día a día permanecerán intactas. Mismo trabajo, menos trabajadores. Menos gasto de personal, misma exigencia.

¿Cómo se pretende mejorar la cuenta de resultados si de forma sistemática se cierran puntos de venta que además ofrecían pingües beneficios?

¿Hay que ser más eficientes? Empecemos por cercenar los miembros enfermos irreversibles tales como directivos incapaces de aportar un plan de negocio que reactive la Entidad. Suprimamos ejecutivos que nos abocan a un segundo ERE en tres años por su penosa gestión. Extirpemos burócratas de despacho que llevan años sin enfrentarse a ningún cliente. Eliminemos escalones de la pirámide que ralentizan el día a día dado que trabajan de espaldas a las necesidades de las sucursales.

¿Y ante esto, todo lo que se le ocurre decir a la actual Dirección de la Entidad en nuestra Región, en relación con el ERE, es que “esto no va con nosotros”?

A menos oficinas, menos empleados. Y esto, antes o después, podrá suponer excedentes de personal en nuestra Región. Ahora dicen que no sobra nadie, mas al contrario, falta personal en las oficinas. Pero cuantos más cierres, más compañeros desmotivados por el trato recibido y por la falta de reconocimiento de la labor de años. Si limitamos nuestra presencia en la calle, limitamos nuestra posibilidades de retener o captar negocio, con lo cual, la cuenta de resultados seguirá en retroceso. Entramos en una espiral que nada bueno nos va a aportar.

Como es de esperar, nadie va a asumir su responsabilidad. Ni la actual Dirección de la Caja ni RRHH. Abren, cierran, trasladan, cesan y al final, todo lo quieren justificar con un patético “esto no va con nosotros”.

Podemos parecer alarmistas, pero recordamos otras promesas de la actual Dirección hechas en un pasado no tan lejano como que “el objetivo no es el beneficio, si no la necesidad cubierta” o “saldremos de la crisis los mismos empleados que entramos”. No cumplieron. ¿Quién provoca más pánico, quien no cumple con su palabra o quien le recuerda su palabra incumplida?

Dadas las experiencias hasta la fecha, ¿Por qué debemos creerlos? No será la primera vez que la actual Dirección diga una cosa, y al tiempo, decida hacer la contraria. Sin vergüenza.

Ni olvidamos sus promesas, ni olvidamos a cada compañero que trabajó y luchó para alcanzar el objetivo de rentabilizar su oficina. Años de ilusión, profesionalidad y duro trabajo que ahora se ven olvidados por directivos caducados, que dirigen el Negocio desde despachos que aportan cero euros a la cuenta de resultados y que encima exigen nuevos recortes con el ERE en curso.

La actual Dirección, como siempre, solo está a tu lado cuando las cosas “van bien”. Desde UGT estaremos al lado de cada compañero y de cada oficina, también cuando la actual Dirección dice que “no va bien”. Mientras ellos se hacen fotos sonrientes a lo largo y ancho del país en cada apertura, se inhiben cuando cierran sucursales. Nosotros no nos vamos a olvidar de todos los compañeros que cumplieron con su trabajo y ahora son menospreciados.

Adiós 411 La Alcayna