La Verdad Os Hará Libres


Comunicado 11 (15-19)


La Verdad Os Hará Libres. Cita clásica, bíblica, pero aún irrebatible y muy actual.


Para algunos, la Verdad supone miedo a la realidad. Prefieren vivir en su burbuja del “todo va bien” sin pensar ni analizar nada más.


Para otros, la Verdad supone ira, furor, enfrentamiento y crispación.  Estos, no quieren que se hable ni se diga nada. Solo buscan, reclaman y exigen que se acepte “su” Verdad como dogma de fe, sin dar la más mínima explicación ni información.



Para muchos, la Verdad supone decepción, irritación y engaño. Es lo que siente la mayoría al comprobar cómo se dice una cosa y luego se hace otra bien distinta.






La Verdad siempre debe estar presente, para que nos haga libres al obrar. Y así recordaremos a:


·         Aquellos directivos que hacen y deshacen a su antojo, tratando a sus subordinados como meros siervos, con un trato rayano entre la mala educación y el despotismo, eso sí, sin portar ni aportar nada nuevo. Lejos de ser censurados, son “reconocidos” con ascensos.

·         Aquellos directivos que decidieron cambiar la organización, desmenuzándola en infinitas jefaturas, con infinitos jefazos, incrementando de forma exponencial sus sueldazos y que tras verificar que habían errado, no asumieron sus responsabilidades en el error, y aún así, mantuvieron sus sueldazos.

·         Aquellos directivos que tras años de poltrona y de viajes recolectando, presuntamente,  presentes en especie (léase productos típicos de cada zona en el maletero de sus coches), todavía se descuelgan con que los trabajadores tienen una “deuda” al no haber alcanzado una cuota de mercado determinada.

·         Aquellos directivos que aprobaron y publicaron un plan de incentivos ridículo e insultante.

·         Aquellos directivos que decidieron “externalizar” a un centenar de trabajadores, dejándoles en tierra de nadie.

·         Aquellos directivos que, mientras imponían políticas de personal draconianas, con importantes recortes salariales y reducción de personal, eran, a la vez, portada de prensa por sus presuntos negocios inmobiliarios, presuntamente financiados con fondos ajenos, documentados en presuntos protocolos notariales, que acabaron en presuntas daciones de fincas, que presuntamente fueron traspasadas a inmobiliarias, para que presuntamente fueran vendidas para poder recuperar, presuntamente, la deuda generada.

·         Aquellos directivos con mando en plaza que, presuntamente, exigen dedicación exclusiva, que señalan con su dedo acusador a aquellos que tienen otra actividad profesional pero que no se empachan en recibir dietas, retribuciones fijas, honorarios por parte de dos empresas del mismo grupo empresarial.  

·         Aquellos directivos que decidieron aprobar gastos millonarios para sedes faraónicas, mientras por otra parte, recortaban hasta la mínima expresión posible los gastos de personal.

·         Aquellos directivos que deciden sobre la financiación de los trabajadores, condicionando sus vidas y sus miserias, son los mismos que tienen patente de corso para financiarse en nombre propio o a favor de terceros dentro de su ámbito de interés.

·         Aquellos directivos que, presuntamente, durante años han hecho dejación de sus funciones, llevando el Balance a una situación negativa y que lejos de rectificar, corregir o dimitir por sus errores, hacen responsables únicos a los trabajadores imponiéndoles recortes, recortes y más recortes para cuadrar su mala gestión.

·         Aquellos directivos que, mientras disfrutan de todas sus prebendas, para equilibrar el balance, señalan a decenas, quien sabe si cientos de excedentes de personal (solo curritos, claro), para traslados o bajas forzosas.

·         Aquellos directivos que abren una mesa de negociación para renovar un sistema retributivo, y tras meses de avances nulos, y sin aportar documentación alguna, con la opacidad de siempre, deciden aplicar una revisión unilateral que a lo peor, resulta dañina para las nóminas de los trabajadores.

·         Y fueron los mismos que ante los retos del futuro basan la actividad empresarial en un Plan Estratégico de ¡¡¡una única página¡¡¡.






Tras todo esto, ¿con que fuerza moral e incluso laboral se puede demandar y exigir día a día?. Por el humo se sabe dónde está el fuego. Como decía aquel directivo, “al final, la cifras nos retratan a todos”.


Ante esto, se autoperpetúan aquellos directivos que, sin visos de reacción, ante todas estas vicisitudes, su única idea, la única, es el recorte. Recortes de personal, recortes salariales, cierre de oficinas, movilidad geográfica, bajas incentivadas y quien sabe que más.


Y si. Mal que le pese a quien le pese, los sindicatos estamos aquí para defender no tan solo los derechos de los trabajadores sino también, como específicamente legisla el Estatuto de los Trabajadores, la viabilidad empresarial.






La solución no es la movilidad geográfica, ni un ere más o menos encubierto, ni más recortes, si no un plan de negocio estudiado, trabajado y con vocación de futuro. Que revierta la dinámica negativa y reduzca la dependencia de terceros.


Es el momento del cambio. Hay margen suficiente. Es necesaria una dirección que tire del negocio con compromiso, con audacia, con imaginación y solvencia. Que se convierta en la punta de lanza del éxito futuro. Que marque una política de negocio agresiva, para recuperar el negocio perdido, el espacio perdido en el sector. Que invoque e implique a una plantilla harta de recortes, desafecta y cansada de una política monolítica y repetitiva. Que transmita confianza, transparencia, profesionalidad, compromiso, colaboración, liderazgo.


Y para ello, es necesario un cambio de perfil, quizás de personas, seguro de actitud. Es necesaria una dirección implicada en el día a día. Sin otras distracciones. En el mercado. En el día a día. Mandando su apoyo a la red. Día a día.


Si todo lo que quieren y pueden aportar al negocio es recortes, movilidad, ceses y bajas… apaga y vámonos. Será pan para hoy y hambre para mañana.







Dice un proverbio francés que “A fuerza de ir todo mal, empieza a ir todo bien”. No podemos esperar tanto tiempo. Ahora es el momento de un cambio. Mientras, y visto lo visto...



Si No te Pagan por lo que Trabajas,
Trabaja por lo que te Pagan

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