1964: Excedencias a dedo






Comunicado 162 ( 15 - 19 )





Si el ser humano, dicen, es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, la Dirección de Cajamar tiene el ¿don? de trompicarse una y otra vez. Tras la firma del acuerdo sobre excedencias voluntarias especiales al cual se han acogido cientos de compañeros nacidos hasta el 31-12-63, por arte de birlibirloque la Dirección vuelve a pasear el dedo índice para decidir quién SI y quien NO se puede beneficiar de forma adicional y arbitraria, fuera del ámbito temporal pactado.












Nosotros no vamos a poner impedimentos a todos aquellos compañeros y compañeras que tengan “la suerte “ de acogerse a estas salidas, es más, incluso nos alegramos. Sin embargo, no podemos callar la indecencia de las formas y de la falta de transparencia.








La opacidad está siendo habitual en la gestión de la Caja por lo que no nos sorprende que la Entidad vuelva a proponer Excedencia Voluntarias a unos pocos nacidos en el 64, no haciéndolo extensible a la totalidad de la plantilla con el mismo año de nacimiento. Es más de lo mismo, la falta de respeto hacia los trabajadores, de aquellos que gestionan la Entidad como si fuera su cortijo.








Una vez más UGT da un paso al frente para denunciar esta discrecionalidad discriminatoria que provoca esta injusta situación. Si la Entidad quiere extender esta oferta, debería de hacerlo con todos “los del 64” desde la transparencia. Todo lo demás será un nuevo ejercicio de amiguismo trasnochado inaceptable.



















A la presión desmedida que nos asfixia día tras día, la rácana remuneración con la que se nos compensa, la congelación salarial eterna por un sistema retributivo mísero, las últimas decisiones arbitrarias (los famosos 5.000€ de incentivos pagados también a dedo) o la falta de Igualdad real, le tenemos que añadir otra muestra de falta de consideración de la Entidad hacia la totalidad de la Plantilla (no tan solo los nacidos año 64, dolientes en este caso) provocando una situación no solo desmotivante sino también inadmisible e intolerable.










Esta falta constante de consideración o de respeto a la plantilla y a sus representantes es sistemática. Se ha instalado de tal forma que no quedan ya dudas de que la Dirección se siente más cómoda con una negociación individual, opaca e injusta que con una negociación colectiva, transparente y solidaria.








Sin embargo, la Dirección ya debería de saber que al final, en situaciones tan graves como las que atraviesa el sector, todos los caminos convergen en uno, que es el mismo para todos, y que de ésta o salimos todos o no sale nadie.







Recuerda ...












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