Comunicado 153 ( 15 - 19 )
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¿Insolidarios? ¿Y eso lo dicen aquellos que se han repartido casi 5 millones de euros en
aportaciones a planes de pensiones mientras que les negaban casi el mismo
importe a repartir entre toda la Plantilla? ¿Los mismos que asignan
incentivos discrecionales sin dar explicaciones quien sabe si para,
presuntamente, justificar los suyos propios? ¿Los mismos que no tienen
empacho en convertir a muchas oficinas en sus economatos para,
presuntamente, recolectar todo tipo de mercancías acumuladas en los sótanos de sus casas?
¿Los mismos que están en boca de todos, propios y ajenos, por sus presuntas andanzas?
¿Esos mismos tildan de insolidarios a las oficinas que no alcancen los
objetivos de seguros en un mercado sobresaturado para justificar
sus cargos ante los amos de Generali o Trea o Cetelem? Presentarse
ante la plantilla con tan malas maneras, amenazando y emplazando a 2019 o 2020
la
zanahoria de las mejoras salariales o la paga de beneficios tiene
delito. Habría sido suficiente con que mandaran el enésimo correo
electrónico y nos habríamos evitado la humillación de aplaudir por educación
cuando lo que pide el cuerpo es el abucheo por desaprobación.
A la actual dirección se le llena la boca en público
hablando de la excelencia de la Entidad y de sus positivos resultados. La primera medida a adoptar para fortalecer a la Entidad es saber
vender los éxitos. También alaban en público a la plantilla, con la cual declaran tener una especial relación de complicidad y compromiso, para luego olvidarlo en privado, haciendo objetivo a sus
trabajadores de todo tipo de marrullerías.
¿Especial relación? Parafraseando una célebre escena cinematográfica, nos encanta la palabra
relación porque ésta abarca todo tipo de pecados. Tras años de miserias salariales, incumplimiento de
las promesas dadas, discrecionalidades varias, filias y fobias, clientelismo y
camarillas, presión insostenible, desprecio a la profesionalidad de los
trabajadores que elevan a Cajamar a sus cotas actuales, reiterados recortes,
eliminación de la paga de beneficios, un sistema retributivo rácano, incentivos
vía digital y cero en motivación, esta relación nos tememos
que se ha convertido en una mala relación.
Una relación basada en que la actual Dirección haga lo
que quiera y desoiga una y otra vez lo que realmente importa a su plantilla ya
no puede considerarse relación. No somos ni sus siervos ni sus esclavos.
Mal que les pese tenemos derechos que
deben ser cumplidos ya sea desde la buena voluntad o exigidos
por nuestra parte ante quien competa.
Somos una pequeña entidad que durante
el tsunami que se ha llevado por delante a bancos y cajas con más nombre
ha sabido mantenerse a flote gracias, sobre
todo, al generoso y reivindicable esfuerzo de su
plantilla. Somos una pequeña entidad que quizás sigue fuera del
radio de visión de los políticos, con lo que ello facilita que los miembros de la actual
Dirección se crean con patente de corso para hacer y deshacer sin rendir
cuentas a nadie, pero formamos una gran plantilla
que en los malos momentos supo apretarse el cinturón para equilibrar el balance
y supo apretar los dientes para arañar cada cuenta, cada producto, cada
cliente.
Más de una vez los miembros de la actual dirección se
han presentado como cercanos, casi amigos, pero ya
no engañan a nadie. Un amigo que abusa de sus amigos no puede ser considerado amigo. Y
puesto que los abusones solo reaccionan con la fuerza a partir de ahora seremos vez más
fuertes.
Siempre hemos estado dispuestos a
negociar. Lo seguimos estando y lo estaremos. Queremos llegar a acuerdos, trabajar en
común, buscar puntos de encuentro, participar en la evolución de nuestra
cooperativa, pero dos no hablan si uno solo pretende
imponer su santa voluntad. No queremos una guerra continua, pero si la
actual Dirección pretende imponernos todas sus decisiones unilateralmente,
deberán estar preparados, porque no vamos a permanecer impasibles ante sus
virulentos ataques hacia nuestra sección sindical (y hacia los
compañeros que la formamos) intentando ahogar nuestra legítima actividad
sindical y mucho menos, vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras ellos
pretenden utilizar a la Entidad como su cortijo particular despreciando a la
plantilla, tratándonos a todos como si fuéramos de su propiedad.
Recuerda…