Comunicado 31 ( 15 - 19 )
¿Alguien se
imagina que tras haberse casado, cada dos años tuviera que ir a ratificar dicho
enlace a la iglesia o al juzgado?
¿O que tras haber
aprobado el carné de conducir, cada dos años tuviera que volver a superar las
pruebas?
¿O que tras sacar
la diplomatura o licenciatura de una carrera, cada dos años tuviera que volver
a presentarse para aprobar todas las asignaturas?
¿O que tras el
servicio militar, cada dos años se tuviera que volver a los cuarteles?
¿O el bachiller o
el permiso de conducción de embarcaciones de recreo o la selectividad o quinto
de solfeo o la escuela de idiomas o la
prueba de acceso al grupo de coros y danzas?
Este el tremendo sinsentido
que tiene puesto en marcha nuestra Entidad.
Nadie pone en duda
la necesidad de la formación continua, eso sí, con unos límites razonables. No
consiste en “freír” a la Plantilla
con decenas de cursillos anuales que exceden con mucho el número total de horas
de formación obligatoria.
A lo largo de los
próximos días se van a llevar a cabo las enésimas convocatorias para los
exámenes de certificación/recertificación profesional, que como no tenemos
suficiente cargas de trabajo, invaden nuestro tiempo libre con interminables horas
de estudio de materias, en muchos casos, inadecuadas e innecesarias.
¿Para qué tenemos
que saber liquidar a mano una cuenta o calcular la covarianza o los plazos
exactos de cada producto o tantas otras cosas que ya calcula/informa el
ordenador?. Repetimos, apoyamos la actualización periódica de los trabajadores
para adaptarse a la realidad variable de nuestro sector, pero es absurdo el
actual plan de formación de Cajamar.
Pero el asunto va
mucho más allá dado que desde hace un par de años la actual Dirección de
Cajamar, vía su brazo armado RRHH, condiciona los puestos denominados de
confianza (directores, gestores,
interventores, segundos, etc) a tener una calificación concreta sin la cual
ni se puede acceder a dichos puestos ni se pueden mantener en dichos puestos.
O sea, ¿que ahora
es más importante ser un buen estudiante que un buen profesional?.
Nos encontramos
con un colectivo con más de 10/15 años de carrera profesional, con una edad
media de 46 años a los que se les está juzgando por su capacidad para retener
una retahíla de datos fácilmente accesibles en el ordenador en lugar de por su
profesionalidad durante años, contrastada y demostrada con beneficios para la
cuenta de resultados. ¿Si no consiguen aprobar estos exámenes se va a tirar al
basurero años de un conocimiento sin precio que solo se adquiere por la
experiencia del día a día?
Y el colectivo más
joven, ¿para poder promocionar solo va a valer ser el primero de la clase
obviando y arrinconando a todos aquellos que no sepan el articulado de los
planes de pensiones o el per/roa o como se llamen los ratios de la
rentabilidad?.
A nadie se le
escapa que detrás de todo esto están las cuantiosas subvenciones que por la vía
de formación se está embolsando la Entidad, que no deja de ser el certero
trasfondo. Todo es dinero cuyo destino no sabemos.
Nos hacemos una
pregunta, que quedará sin respuesta, pero que no es necesaria, porque es
notoria. ¿Los miembros de la actual Dirección de Cajamar, que exámenes han
aprobado?. No vemos a ninguno en las convocatorias. Y a los que vemos,
directores de zona o apoderados en ejercicio, ¿han accedido a su puesto por que
sí?.
No cuela que nos
digan que ya tienen la certificación superior cum laude. Si la tienen, que la
publiquen. Porque, a más de uno, oyéndoles dar patadas tanto al diccionario como
farfullar en reuniones sobre las realidades del negocio de Cajamar, se les nota
suspensos.
Y están suspensos
no porque lo digamos nosotros, sino porque lo dijo la Memoria del ERE que
fotografió su pésima gestión durante años, que nos obligo al segundo ERE en
tres años.
Muchos de ellos
hacen gala en cada sarao que su formación ha sido “la vida”. Que se han hecho a sí mismos. Que han escalado escalón a
escalón. Que con eso basta.
¿SI
BASTA PARA ELLOS POR QUE
NO
BASTA PARA TODOS LOS DEMAS?
Es necesaria la
formación, SI. Pero el uso que le está
dando la actual Dirección de la Entidad es perversa dado que se está accediendo
a la formación desde una óptica negativa, o apruebas o te ceso o te arrincono.
Está siendo una vulgar excusa para discriminar a aquellos compañeros a los que
no se quiere promocionar.
Penoso nuevo
ejemplo de una cúpula directiva que no ha demostrado más que su mala gestión
dando consejos que para ellos no quieren.
¿Hasta cuándo
vamos a tener que soportar esta dictadura directiva que exige sin aportar, que
señala sin asumir, que demanda sin justificar, que requiere sin ceder, que pide
sin dar?
Hartos es poco…
Si No te Pagan por lo que Trabajas,
Trabaja por lo que te Pagan
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