UGT
Grupo Cooperativo Cajamar
#Y ahora qué?
22/06/20
Comunicado 1150
100
Hace 100 días el tiempo se paró. Nos separamos, nos confinamos
para velar por la salud propia y ajena. Oímos
mensajes de solidaridad, compromiso, promesas de futuro, pero no escuchamos. Aplaudimos hasta
que nos cansamos. Quisimos creer que tras el terremoto nacería una nueva sociedad. Hoy comienza
la nueva normalidad, sea lo que
sea. Más allá de mascarillas, distanciamiento y recuerdos para batallitas de abuelo, qué quedará?. Mucho
nos tememos que hemos
aprendido poco o nada.
De la entidad recordaremos aquellas horas frenéticas
del domingo 15/03. Catarata de uasás, correos, llamadas, mensajes, preguntas, circulares, contactos,
videoconferencias, miedos. Lo que un día valía al siguiente quedaba obsoleto.
Contemplamos el espejismo de la comunión entre la dirección de la entidad,
los distintos departamentos, la Plantilla y los sindicatos. Lo primero y principal era la salud,
por encima del balance, cmi, objetivos o campañas.
A partir de la tercera semana las buenas palabras
y deseos fueron acallados por el
negocio. La cuenta de resultados
impuso su ley. Se empezó a especular. Si al comienzo la predisposición fue
máxima, influenciados por la negativa evolución del cuadro de mando, tasaron cada decisión. Se abonaron al mantra de lo que dispongan las autoridades sanitarias y
políticas para no
comprometerse más allá de lo estricta y económicamente aceptable.
Los medios
sanitarios fueron comprometidos, prometidos, negociados, para una sensación
final de que fueron regateados. La gestión de las personas sufrió las mismas fases. De la euforia de compañerismo al
tacticismo a golpe de correo, videollamada o ranking. ¡¡Cuantas cosas se prometieron que luego fueron
incumplidas¡¡.
El tiempo pasó rápido lentamente. Para
el recuerdo los días interminables de financiaciones covid con su despropósito
de productos, anexos y circulares. Jornadas eternas en el teletrabajo. Jornadas estresantes en las oficinas.
De los mensajes con doble intención a la
exigencia de resultados solo hubo que esperar algunas
semanas más.
La vida se
abrió camino. La pandemia, aún latente, empezó a ser controlada. La desescalada y el galimatías de las fases,
eliminó el espejismo. La
dirección ninguneó el esfuerzo de la Plantilla por mantener en
funcionamiento la entidad. Plas plas. Un par de
agradecimientos y como si no hubiera pasado nada. Volvimos a nuestra realidad
de siempre. Sin haberse cubierto de polvo, sacaron del cajón el manual de la cuadratura del círculo. El balance se
tambalea? La cuenta de resultados hace agua? La receta de siempre, recortes a
la Plantilla. Anularon el sistema de
incentivos aunque de forma sibilina impusieron nuevos objetivos.
Un año más decimos adiós de forma prematura a la casi olvidada paga de beneficios. El futuro
pinta en bastos.
Por nuestra parte, nos sumamos al esfuerzo común. Nos pusimos a entera de disposición de la
entidad para buscar soluciones. Mantuvimos el contacto diario con los compañeros. Dejamos a un lado
críticas a cuestiones criticables hasta que la entidad nos demostró que su
compromiso era inversamente
proporcional a la situación de alarma. Es cierto que tomaron medidas para
salvaguardar a la Plantilla pero 100
días han sido suficientes para constatar una nueva decepción. Mientras necesitaban desesperadamente el
compromiso de todos los trabajadores, estuvieron al lado de la Plantilla;
cuando la situación se empezó a estabilizar, volvimos al punto de partida,
exigir más, más y más, para dar menos, menos y menos.
Desde UGT
nuestro reconocimiento para todos vosotros, habéis demostrado una
profesionalidad y compromiso total. Sin duda, la Plantilla es el principal
activo de la entidad pese a una dirección que una vez más no ha estado a la
altura de los trabajadores que dirige.
Recuerda …
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