En la Boca del Lobo

Comunicado 121 ( 15 - 19 )

En la boca del lobo

Compañeros bajo sospecha pese a décadas de impecable servicio a la Entidad. Compañeros que se han desvivido por la consecución de los objetivos, sentenciados y condenados. Empleados expedientados, cesados, sancionados, despedidos. Oficinas monitorizadas. Estamos viviendo una nueva vuelta de tuerca en las políticas auditoras de la actual Dirección de Cajamar que han generado dudas y miedos entre los trabajadores tras los últimos ceses, traslados y despidos.

La actual Dirección de la Entidad respalda a sus trabajadores mientras traen Negocio pero los dejan totalmente solos cuando se detectan presuntas prácticas bancarias irregulares. Cuando llegan los beneficios todo son palmaditas pero cuando te echan a la cara el Manual, te condenan al ostracismo, te vuelves transparente, te difuminas, ya no existes para ellos, no te conocen, nadie recuerda todo tu trabajo, ni tu nombre, ni tu vida, ni tus circunstancias familiares ni personales, ni dan valor a tu palabra, simplemente te borran de la agenda de sus móviles, no quieren saber nada de ti, eres un paria laboral… pero el Negocio sí que se lo quedan.

Empujados por una presión comercial insoportable, algunos compañeros se han visto o se ven en la duda de traspasar la “línea roja” para cumplir los objetivos y evitar su cese o traslado en el convencimiento de estar respaldados por la Entidad. Salvo en contadas excepciones todos los casos presentan el mismo perfil: “Lo hice pensando en el Negocio”.

Les da igual. A partir del momento en que te sacan a relucir el Manual empieza el trato casi inquisitorial hacia los trabajadores que pasan de ser “uno de los nuestros” a “un extraño”. Ponen en duda cada paso que has dado, trituran tus lustros de profesionalidad, niegan veracidad a tus afirmaciones, te ningunean las razones de que las prácticas irregulares eran realizadas no solo con el conocimiento de tus superiores si no motivadas por ellos mismos. Nada de lo que digas les vale. Eres carne de cañón.

No contentos con negarte el pan y la sal para que “confieses” te mienten diciéndote “tranquilo, que no va a pasar nada” cuando en muchos casos tienen decidida la sanción e incluso el despido. En el colmo de la desfachatez añaden “y no vayas a llamar a los sindicatos que esto lo arreglamos entre nosotros” cuando en más de un caso ya tienen redactado el finiquito.

En ese momento, prejuzgado y condenado, sin “derecho” a réplica ni defensa, te conviertes en una peonza confiando en que “los amigos” de la Dirección no te dejarán “tirado”, metiéndote EN LA BOCA DEL LOBO, quedándote en manos de la actual Dirección que hace y deshace con el único objetivo de “limpiar la imagen de la Entidad” (su propia imagen) para lo cual no dudan en negarte ante los clientes e incluso ponerse de parte del cliente para denunciarte ante los juzgados con el único objetivo de “lavar sus vergüenzas” a costa de lanzarte a los leones.

A lo mejor, ahí sentado, leyendo estas líneas piensas “eso no me va a pasar a mí” pero torres más altas han caído. Compañeros en la cumbre que llegaron a ser jefes de inversiones, directores de zona, directores de oficinas hasta el último cajero pueden (y son) el blanco de la voracidad de “los de siempre”. No te fíes. Solo aquéllos que se encargan de llenar maleteros de regalos o que regalan entradas para el palco de partidos de fútbol o que organizan comilonas con final feliz o que mandan a sus madres a pedir perdón pueden estar a salvo… o tampoco…, recuerda, llegado el momento, ni te conocen.

Y todo esto sucede a la par de ver a nuestros gerifaltes retratados una y otra vez con sus presuntos negocietes personales a costa de la presunta financiación de los activos de Cajamar para su presunto beneficio personal… siguen paseándose como si con ellos no fuera la cosa, ni expedientados, ni sancionados ni despedidos.

¿Qué hacer?

Lo primero y más evidente, CUMPLIR A RAJATABLA EL MANUAL OPERATIVO. El manual ha sido redactado y publicado por la actual Dirección de la Entidad “asínque” si el Negocio se resiente es achacable sólo a la actual Dirección de la Entidad y su Manual operativo. Mientras llega el Negocio, la actual Dirección olvida el Manual pero cuando vienen curvas - bien apestillado el Negocio - olvidan al trabajador y lo “fusilan al amanecer” si es menester. Así que, CUMPLE con la normativa sin excepciones.

Lo segundo, si alguna vez te vienen, te llaman, te escriben o te preguntan sobre actuaciones que puedan ser susceptibles de incumplimiento del Manual, NO LO DUDES, deja de hablar, responder o escribir, DESCUELGA EL TELÉFONO, sabes dónde estamos y cómo localizarnos, LLÁMANOS, tu defensa laboral es tu derecho. Si la actual Dirección de la Entidad quiere coartar tu derecho de defensa es tan sancionable o más que cualesquiera acciones irregulares. Si te fías de sus buenas palabras, TE QUEDAS SOLO.

Lo tercero, AFÍLIATE pagando la cuota sindical en nómina[1]. Si la actual Dirección te abre un expediente disciplinario tiene la OBLIGACIÓN de dar audiencia previa a la resolución del expediente disciplinario al sindicato al que estés afiliado para que ejercitemos tu derecho de defensa. TÚ DECIDES qué sindicato representa tus derechos con más solvencia, exigencia y firmeza.