Comunicado 9 (15-19)
Dice una teoría de la Física que
el Todo es la suma de cada una sus Partes,
siempre y cuando éstas no interactúen entre sí. Si éstas se interrelacionan, el
Todo puede variar, ser más, ser menos o ser igual a la suma de cada una de dichas
partes.
Este es un principio teórico, que
puede ser llevado de forma invariable a la práctica, llegando a demostrar que
dos más dos pueden ser igual a cuatro o ser menos o ser más.
Por ejemplo, dos caballos
corriendo por dos caminos distintas. Uno a 30 km/h y otra a 25 km/h desarrollan
una velocidad total (su Todo) de 55 km/h. En el momento que esos caballos están
en la misma ruta, a la par, interactúan y pueden desarrollar competencia.
Aprietan los dientes, con los belfos al aire.
El primero podría apretar hasta 40 km/h y la segunda hasta 38 km/h. Su
velocidad total (su Todo) pasaría a 78 km/h, por que han pasado de ignorarse a
relacionarse.
Y esto es, teóricamente,
aplicable a campos tan diversos como la ecología, la astronomía, el cambio
climático, el deporte, la política y ¡cómo no¡ a la economía y más
concretamente al sistema financiero. También a Cajamar.
Recientemente hemos conocido los
resultados anuales de 2014 del Grupo Cooperativo Cajamar (hasta dicha fecha, Cajas Rurales Unidas SCC), desglosados en informe de las Cuentas Anuales Consolidadas
e Informe de Gestión.
Dichos resultados han sido
presentados, glosados y loados por la actual Dirección, que era la antigua
Dirección y que será la futura Dirección mientras se sometan únicamente al
refrendo anual de una Asamblea promovida desde las juntas gestionadas por las
oficinas.
Podríamos realizar un ejercicio
de auditoría de las cuentas de la Entidad para la cual trabajamos, revisando tanto
la labor de dirección de la actual Dirección así como las cifras presentadas.
Pero todos sabemos lo que es, como se hace y como se fragua un Balance y una
Cuenta de Resultados.
Días atrás emitimos un comunicado
sobre las cuentas de la Entidad durante el primer trimestre de 2015, y se podía
comprobar cómo la evolución de las mismas no
fue todo lo satisfactorio que todos quisiéramos.
En cuanto al cierre de 2014, las
cuentas quedan muy influidas por la puesta en funcionamiento del Banco de Crédito
Social Cooperativo SA (llamémosle, el
Banco) que va a dar “paraguas” al
Grupo, y que, más pronto que tarde deberá ser la Entidad en sí misma, como ya
empieza a instar el Regulador.
A grandes rasgos destaca:
- Caída del crédito a la clientela desde 33,3 mil MM € hasta 29,7 mil MM €.
- Caída de los depósitos de la clientela desde 27,1 mil MM € hasta 26,2 mil MM €.
- Beneficio de 97,9 MM €, en contraposición con los 47,6 MM € del año precedente.
Ciertamente, se ha ganado más con menos. ¿Bien, no?. Pues no sabemos:
- Caída de las reservas desde 178 MM € a 149,5 MM. Preocupante dado que se cerró 2012 con 1.109 MM € de saldo ajustado a los nuevos criterios contables. En dos años, las reservas ha descendido drásticamente en un -87,6%.
- Si al final del primer trimestre de 2014 el beneficio declarado fue de 145,2 MM €, ¿Cómo se han perdido -47,3 MM € en el resto de los 9 meses para cerrar el ejercicio con una beneficio final de 97,9 MM €? Y todo ello sin tener en cuenta los ingresos millonarios, por ejemplo, los 225 MM € que cobró Cajamar por la “venta” de la gestión de la Recuperación de Deuda (encima, con todos sus empleados dentro). Sin estos ingresos adicionales y otros como los aportados por Generali ¿Qué habría sido de la cuenta de resultados?
- Eso sí, en un tiempo colmado de cambios de escenario, que en Cajamar han derivado en externalizaciones, se han pasado las participaciones en entidades del grupo de 41,7 MM € hasta 759,2 MM €.
- Se han incrementado los gastos pagados a terceros vía otras gastos de administración desde 121, 2 MM € en 2013 hasta 172, 1 MM € en 2014. Un incremento del 42% interanual, que sigue su marcha en 2015 con un incremento en el primer trimestre del 54,7%.
No queremos aburriros con más
datos, máxime cuando, revisando las cuentas, muchas cosas resultan del todo “incomprensibles”. Ante esto, la actual
Dirección de la Entidad no ha dado ninguna explicación del porqué de esta no positiva evolución de las Cuentas. En
un nuevo ejercicio de opacidad, quienes dirigen la Empresa se creen que con un
“todo va bien” ya han dado todas las
explicaciones necesarias.
Nada más lejos de la realidad. De
la misma forma de que cada compañero, cada oficina, cada zona o cada territorio
tiene que dar explicaciones casi a diario de su evolución del inmisericorde abanico
de ratios, ranking, campañas, odv, sgoinis y sgcinis, etc., la actual Dirección de la Entidad también está
obligada a dar explicaciones pormenorizadas de su desempeño.
Y esto es así, y es obligado,
porque al final, la actual Dirección siempre opta por la opción más simplista
para ellos, léase, congelación salarial, eliminación de la paga de beneficios,
externalizaciones de servicios (y con
ellas, colectivos de empleados), movilidad geográfica, bajas incentivadas, cierres
de oficinas, traslados forzosos, ceses…y todo a costa de la Plantilla.
En tiempos de recortes para
“cuadrar”, mientras las docenas de manzanas que compran los trabajadores ya
solo pueden llevar 10, los salarios de quien toman las decisiones se
incrementan en el tiempo:
- Las dietas satisfechas a los 16 consejeros han supuesto 251 mil € (15,7 mil € de media/consejero). Ciertamente han caído desde los 444 mil € que cobraron en 2013 pero es que el Banco, además, ha satisfecho 604 mil € a sus 10 consejeros (60,4 mil € de media/consejero). Cuatro de los consejeros lo son tanto de Cajamar como del Banco.
- Las retribuciones fijas de los consejeros han ascendido en 2014 a 791 mil € (49,4 mil € de media/consejero) mientras, que los consejeros del Banco han percibido 457 mil € en honorarios y 475 mil € en retribuciones fijas (28,6 mil € y 29,7 mil € de media/consejero respectivamente). Lo dicho, cuatro consejeros lo son a la vez de Cajamar y del Banco.
- Fuera de esto quedan las percepciones por prestaciones post-empleo, incentivos, complementos salariales, retribuciones en especie, etc., etc. Sumando, solo en dietas y retribuciones fijas los miembros que pertenecen tanto al consejo de la Caja como del Banco se han embolsado, de media, 15,7+60,4+49,4+28,6+29,7 = 183,8 mil €.
Capítulo aparte, los directivos
de la Entidad:
- 16 miembros de Alta Dirección de Cajamar se han repartido 1.989 miles € (124,3 mil € de media)
- 11 miembros de Alta Dirección del Banco se han repartido 1.498 miles € (136,2 mil € de media).
- Los 11 miembros de Alta Dirección del Banco también lo son de la Caja, esto es, su media anual es de 260,5 mil euros, solo en retribuciones fijas.
Pero si esto no es suficiente, en
las transacciones con partes vinculadas cabe destacar los siguientes datos en
las cuentas consolidadas:
- Los consejeros y directivos han visto concedidos 4 MM € en crédito directos y 100 MM € en crédito indirectos.
- De estos créditos, han pagado 23 mil € por intereses y cargas asimiladas para los créditos directos y 452 mil € para los indirectos.
- Los consejeros y directivos tienen depósitos en Cajamar por 807 mil € en depósitos directos siendo 19,1 MM € en depósitos indirectos.
- De estos depósitos, ha cobrado 38 mil € por intereses y rendimientos asimilados para los depósitos directos y 1,6 MM € para los indirectos.
Está claro que el Todo no es
igual a la suma de todas sus Partes. Para la positiva marcha de la Entidad es
necesario que cada una de sus Partes sume, para que dos y dos sean cuatro, o
más. La Caja “hace caja” con su Plantilla.
La actual Dirección, con su
actual política de gestión, ha interactuado, junto con sus brazos ejecutores,
los ejecutivos, variando de forma dramáticamente el Todo al aplicar siempre
restricciones y recortes a la Plantilla, sin privarse de nada por su parte.
Con ello, dos más dos, como se ve
por las Cuentas, ya no suman cuatro, porque al final, la productividad lleva inherente un alto porcentaje de subjetividad
derivada de los estados de ánimo de los trabajadores derivados de una
política de presión insoportable en contraposición con una política retributiva
anualmente menguante.
Cada Parte debe dedicarse a “lo que le toca”.
La actual Dirección, a dirigir la
Entidad, pero con transparencia, con cercanía, con ecuanimidad, con compromiso
y con colaboración. Dirigir teniendo como principal “arma” el recorte, cuando no se predica con el ejemplo, dice poco o
nada.
Los ejecutivos, están para
gestionar y poner a producir a sus centros de trabajo, pero siendo los primeros
entre todos. Aportando como el que más, ya que son los más exigidos pero
también los que más exigen. Dirigir desde un correo electrónico, no es dirigir,
es dictar y eso, lo puede hacer cualquiera.
La Plantilla, a producir, está
claro…pero, hasta un límite.
Mientras unos viven por encima de
nuestras posibilidades, a la Plantillase le trata como contaba la historieta:
“Se
cuenta que había una vez un campesino
que tenía un burro y,
pensando en la manera de ahorrar
en los gastos de la manutención de
su jumento, se le ocurrió la idea de enseñarle a no comer.
Pensado y hecho. Sin más dilación, el avispado dueño comenzó a impartir clases al
desdichado borrico que,
lógicamente, consistían en una reducción
paulatina de la ración de cebada. Fueron pasando
los días y el hombre se felicitaba por los progresos que hacía el pollino.
De modo que, llegó un día en
que el animal dejó de comer por completo. Fue entonces cuando el mezquino amo gritó: ¡bravo, lo
he conseguido! Y, aquella noche, se acostó muy feliz y satisfecho de su logro.
Pero, a la mañana siguiente,
cuando se acercó al establo a coger a su rucio para ponerlo a trabajar, se lo encontró muerto; y, al verlo
ya cadáver, murmuro: ¡qué lástima, qué mala suerte
tengo!, ahora que ya había conseguido enseñarle a no comer, va y se muere”.
La interacción no está siendo
positiva. La actual Dirección de la
Entidad y sus Ejecutivos viven de espaldas a la realidad en las oficinas,
exigiendo sin conocimiento de causa, sobrecargando a la Plantilla no tan solo
de una presión comercial insostenible (que
no tiene en cuenta que la Competencia también está ahí, en muchos casos con
unas tarifas, un catálogo de productos y una agilidad muy lejos de la realidad
de Cajamar) si no también con enésimas labores fútiles, ladrones del
tiempo, que colapsan el día a día de cada centro de trabajo.
Dos más dos no están siendo
cuatro. Y no tenemos tiempo que perder. Urge un cambio de estilo y formas de
trabajar. Es necesario volver, realmente, al espíritu cooperativo de la
Entidad. Todo lo demás, como decía aquel directivo queda retratado por la
cifras.
Mientras ello sucede…
Si No te Pagan por lo que Trabajas,
Trabaja por lo que Te Pagan
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